Otros

El belén designa, según el Evangelio, el establo donde nació Jesús, un lugar aún hoy venerado en Belén, en la Basílica de la Natividad.

Basada en la interpretación del Antiguo Testamento por los evangelios apócrifos, la Navidad era representada en el s. IV por la imagen del Niño Jesús, tumbado en el suelo, acompañado por las figuras del buey, el burro y los pastores. La representación del Belén se difundió a partir del s. VIII.

Se hizo más popular debido a la acción de San Francisco de Asis, en 1223, cuando éste celebró la misa solemne de la Noche de Navidad frente a un gran Belén, en medio del bosque de Greccio, en Italia. Desde entonces, los frailes franciscanos fueron los grandes divulgadores de esta costumbre, que fue enriqueciendo su escenario y sus personajes y se transformó en una fuente de inspiración artística popular y erudita.

En Portugal, destacan las figuras de barro, de carácter popular, de Estremoz y de Barcelos y los belenes barrocos del escultor Machado de Castro (ejemplar en la Catedral de Lisboa) o del escultor António Ferreira (ejemplar en la Basílica de la Estrela). Esta expresión erudita del s. XVIII es particularmente interesante pues incluye, en torno al motivo principal de la Navidad y de la llegada de los Reyes Magos a Belén, recreaciones de ambientes bucólicos portugueses y de las clases sociales de entonces: clero, nobleza y pueblo. Sobresale el detalle de las vestimentas y la representación de profesiones y oficios, algunos ya desaparecidos.