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El ciclo del Carnaval que comienza el 6 de Enero, el día de Reyes, está caracterizado por varios momentos de convivencia con la comunidad que anteceden a la fiesta del Domingo Gordo y del martes de Carnaval, denominados como días de los Compadres y de las Comadres. Esencialmente, son celebraciones de preparación para los grandes días de agitación y diversión.

Las Comadres y los Compadres, grupos de chicas y de chicos, se enfrentan los dos jueves anteriores al Domingo Gordo. Cada día está liderado por cada uno de los grupos. Se construyen muñecos de paja y de trapos viejos ridiculizando al sexo opuesto, utilizando cencerros. En ciertas regiones, las Comadres ofrecen una comida a los hombres que ellos les devuelven el día de los Compadres. Expresan de esta forma la solidariedad entre las personas del mismo sexo y la oposición al grupo contrario, estableciendo las tareas y posiciones comunitarias a través de la subversión de las costumbres: el jueves de las Comadres las mujeres ejercen la autoridad masculina y el jueves de los Compadres, los hombres se dedican a las tareas domésticas.

El martes de Carnaval, los muñecos se queman públicamente, después de un testamento que deja al descubierto los defectos e imperfecciones de los miembros del sexo opuesto. El miércoles de Cenizas se vuelve a la vida cotidiana ordenada y en equilibrio, poniendo en práctica la contención de la Cuaresma.

En Portugal, encontramos dos grandes formas de tradición de Carnaval: los Caretos de Podence y los Mascarados de Lazarim.