Parque Natural de Montesinho
Zonas Protegidas
Se respira un aroma rural por todas las todas partes, sobre todo, en las aldeas de casas tradicionales con paredes de pizarra o de granito que se funden con el paisaje. A veces, su presencia prácticamente no se intuye, en una sintonía casi perfecta entre el Hombre y la Naturaleza.
Suaves colinas, surcadas por valles donde corren los ríos entre chopos, alisos, sauces, bosques inmensos de roble negral, castaños y encinas, caracterizan el paisaje de este Parque.
Los escenarios denotan las variaciones del suelo y del clima: los tonos verdes en la parte occidental, por la influencia de las brisas marítimas, se vuelven más agrestes y abiertos al entorno continental en la parte oriental. Las sierras de Coroa (1273 m) y de Montesinho (1486 m) constituyen los puntos más altos del Parque, donde la brisa es suave y tonificante, sobre todo en verano.
El predominio de pizarras y calcáreo en las mesetas y granito en lo alto de la sierra de Montesinho constituye la diversidad geológica de este espacio que, junto con sus variantes climáticas, origina una flora muy variada, hábitat ideal para animales como el lobo, el jabalí, el corzo, el venado y cerca de 240 especies de fauna que se sienten en seguridad en el parque.