Restaurantes y Cafés

Fue taberna y tienda de ultramarinos antes de convertirse en uno de los más populares restaurantes de la región, tal y como es desde 1982. Tiene un pequeño comedor a la entrada con barra y vivero, donde siempre hay marisco vivo, y otro interior, con suelo de gres rústico, chimenea, aparador y vitrina de barra frigorífica, casi exclusivamente destinado a los postres, mesas con cubre manteles de papel sobre manteles de tela, decoración sencilla en la que sobresale la vajilla de barro, el ambiente sencillo, llano y muy familiar. Manuela y Fernando Santos heredaron de sus padres, además del restaurante el conocimiento de los productos y del recetario de la región, que se empeñan en conservar.  

La carta dedica los principales apartados al pescado y al marisco, pero no deja de ofrecer interesantes sugerencias de carnes. En los entrantes, predominan los aperitivos del mar: percebes, nécoras, camarón, almejas à Bulhão Pato, morena frita y otros. En los platos principales brillan los pescados a la parrilla (sargo, lubina, lenguado, mero), junto con otros guisos, como la pasta caldosa con pescado o el arroz de rape, el pescado frito con arroz de tomate y las sopas de pescado. En los platos de carne, destacan las migas con carne de cerdo, la carne con gambas y almejas, el conejo frito y la carne de cerdo a la alentejana. Repostería casera tradicional, con la mousse de chocolate, el dulce de leche condensada y el dulce de la casa, destacados. Carta de vinos centrada en el Alentejo. Servicio simpático.