Al norte de Portugal, Bragança ha sido un importante punto de defensa de la frontera portuguesa a lo largo de la historia. Dentro de las murallas que se conservan de esta ciudad medieval, destaca la torre del homenaje del Castillo, con unas sorprendentes vistas del paisaje que la rodea. Para ayudarle a organizar mejor la visita a los distintos puntos de interés, le proponemos un recorrido en el que se indican las condiciones de accesibilidad.

Siga este itinerario con el mapa

Jardín de la Avenida João da Cruz (1) – Pólis de Bragança (2) – Praça da Sé (3) – Antigua catedral (4) – Centro de Arte Contemporáneo Graça Morais (5) – Praça do Mercado (6) – Iglesia de Misericórdia (7) – Iglesia de Santa Clara (8) – Museo Abade de Baçal (9) – Iglesia de São Bento (10) – Porta da Vila (11) – Museo Ibérico de la Máscara y del Traje (12) – Castillo de Bragança (13) – Domus Municipalis (14) – Iglesia de Santa Maria (15)

En el centro histórico y las zonas verdes de Bragança el pavimento está en buen estado, lo que permite a las personas con necesidades especiales circular de manera cómoda y estable. No obstante, algunas calles, como la Rua Almirante Reis y la Rua Emídio Navarro, están levemente inclinadas, por lo que el turista tendrá que hacer un mayor esfuerzo al caminar por ellas. 

Braganca ©Turismo do Porto e Norte

En los alrededores del Castillo, el pavimento es mayormente de piedras de pizarra que lo hacen irregular y las calles no tienen acera y están levemente inclinadas, sobre todo en los accesos al interior de la ciudadela, como ocurre en las calles Serpa Pinto y Santo Condestável. Por estos motivos, esta parte del recorrido se considera solo parcialmente accesible y se recomienda estar atento a los vehículos y tener cuidado de no tropezar con los obstáculos.

La Avenida João da Cruz, que termina en el Jardín (1) del mismo nombre, es una de las principales arterias de Bragança, donde se puede iniciar el Recorrido Accesible. Es un área extensa que da acceso a los márgenes del Río Fervença, con pasadizos y zonas verdes, llamada Pólis (2) debido a que está incluida en el programa de recalificación urbana del mismo nombre. Siguiendo este recorrido, continuamos por la Rua Almirante Reis, que es accesible, pasando por una manzana que es parcialmente accesible hasta llegar a la Praça da Sé (3). 


Praça da Sé, Bragança © Câmara Municipal de Bragança

La Iglesia de la antigua Sede episcopal de Bragança (4) es un edificio del s. XVI de estilo renacentista con elementos decorativos barrocos de interés. Aunque la plaza sea accesible, el acceso al interior tiene dos pequeños escalones. A 5 minutos de ahí se encuentra el Centro de Arte Contemporânea de Graça Morais (5), dedicado a la pintora portuguesa pero con un variado programa de exposiciones temporales. El edificio fue restaurado según el proyecto del arquitecto Eduardo Souto de Mora y ha recibido un premio. Justo al lado se encuentra el nuevo Centro de Interpretación de la Cultura Sefardita del Nordeste Transmontano, que muestra cómo la comunidad judía se estableció y vivió en esta zona fronteriza.

Centro de Arte Contemporânea Graça Morais © Câmara Municipal de Bragança

Siguiendo por la Rua Abílio Beça, también conocida como la calle de los museos, pasamos cerca de la Igreja da Misericórdia (7) y la Iglesia de Santa Clara (8), ambas de interés artístico pero con entradas inaccesibles y barreras en el interior. Continuamos en dirección al Museu do Abade de Baçal (9). El museo es totalmente accesible y está instalado en el edificio del antiguo palacio episcopal del s. XVIII, antigua residencia oficial de los obispos durante la mitad del año, cuando la diócesis era compartida por las ciudades de Bragança y Miranda del Duero. Se creó en 1915 con motivo del interés y el gusto por la investigación histórica de la región nordeste que tenía el padre Francisco Manuel Alves. En esa misma calle un poco más arriba se encuentra la Igreja de São Bento (10). 


Museu do Abade de Baçal © Câmara Municipal de Bragança

El itinerario sigue por la Porta da Vila, entrando en la ciudadela donde se encuentran algunos de los monumentos más emblemáticos de Bragança. Al entrar en el núcleo urbano más antiguo, nos recibe la curiosa picota asentada sobre la representación de un verraco de piedra que recuerda el origen celta de la región. Las tradiciones locales están bien representadas en el Museo Ibérico de la Máscara y del Traje (12) que encontraremos camino del castillo.

En la alta Torre del Homenaje (13) que servía de vigía en la Edad Media está instalado ahora el museo militar que nos cuenta la historia de esta ciudad amurallada que tuvo un papel importante en la estrategia de defensa del territorio. Arriba, las vistas del paisaje circundante son impresionantes. Sin embargo, las escaleras de acceso a las distintas plantas impiden la circulación a las personas con movilidad reducida.

Al salir de la torre encontramos la curiosa Domus Municipalis (14), donde se reunía la asamblea de notables del concejo. Este tipo de edificio solía construirse en madera, pero gracias a que éste está hecho de piedra ha podido conservarse a lo largo del tiempo, convirtiéndose en un ejemplo único de la arquitectura civil románica. El interior es amplio, pero los escalones y el suelo irregular hacen que sea difícil visitarlo con autonomía.

Domus Municipalis © Turismo de Portugal

Al terminar el recorrido todavía queda tiempo para visitar la Iglesia de Santa Maria (15), la más antigua de Bragança, de origen románico. En los ss. XVI, XVII y XVIII se le añadieron elementos arquitectónicos y decorativos, entre los que destacan los estilos renacentista y barroco que vemos actualmente. Al igual que los demás monumentos de la misma época, la entrada tiene unos pequeños escalones y el interior es amplio pero con algunas barreras puntuales.

Tras conocer Bragança, merece la pena visitar el Parque Natural de Montesinho y pasar por Rio de Onor, una aldea comunitaria mitad portuguesa mitad española que vive en total armonía.