En el norte de Portugal hay muchos kilómetros de playas en entornos de gran belleza. Una amplia variedad con buenos equipamientos, tanto en la costa como en el interior del territorio, en ríos y canales.

En la costa, las playas están bañadas por el océano Atlántico, que suele ser salvaje y revitalizante, ideal para los deportes cargados de adrenalina, y también, muy apreciado por los fieles que no cambian su destino de vacaciones. Es el caso de Moledo y Vila Praia de Âncora, en el extremo norte, unas playas de gran belleza, frecuentadas por familias que desde hace muchos años encuentran aquí el lugar ideal para descansar y reunirse con amigos. Viana do Castelo, en la desembocadura del río Lima, tiene playas amplias, como Afife y Cabedelo, con condiciones óptimas para practicar el surf. 

Photo: Praia de Castelo do Neiva | Viana do Castelo © ABAE

En el Parque Natural de la Costa Norte, en el condado de Esposende, Ofir es un destino muy conocido por los veraneantes, donde la belleza natural se une con el ambiente nocturno. Cerca de allí, la Praia da Apúlia rodeada por curiosos molinos de viento era conocida como una tierra de “sargaceiros” ya que se dedicaban a capturar algas - el sargazo utilizado como abono fertilizante de las tierras agrícolas - una de las actividades más tradicionales de la región.

Más al sur, Espinho ofrece buenas condiciones para surfistas de todos los niveles, destacando en Praia da Baía la ola derecha del Casino, un lugar conocido por los más experimentados que en Póvoa de Varzim también encuentran olas consistentes y potentes. Esta franja costera que se extiende hasta Vila do Conde posee una fuerte tradición pesquera, que aún hoy está muy presente. Matosinhos y Gaia compiten entre sí con unas playas de extensos arenales y buenas condiciones para la práctica de deportes, ofreciendo instalaciones únicas como la Piscina das Marés en Leça da Palmeira, diseñada por Siza Vieira. En el municipio de Gaia, el paseo marítimo que facilita los desplazamientos y que también se utiliza para practicar deportes, ofrece unas vistas impresionantes, como la curiosa Capilla del Señor de la Piedra en pleno arenal de Miramar. 


Photo: Praia do Senhor da Pedra - Miramar | Vila Nova de Gaia © Arquivo Turismo de Portugal

La mayoría de estas playas tienen bandera azul y han sido catalogadas como playas accesibles, confirmando su buena calidad y accesibilidad, unas garantías que también se cumplen en las playas fluviales. Integradas en parques naturales y en otras zonas protegidas, muchas de estas zonas de baño se encuentran en entornos que deslumbran por su belleza. Este es el caso del Douro Internacional, cerca de la frontera con España, donde se encuentra la Praia da Congida. O la Albufeira de Azibo con temperaturas de agua muy agradables que se pueden disfrutar sin peligro en las playas de Ribeira o Fraga da Pegada. 


Photo: Praia da Fraga da Pegada - Albufeira do Azibo | Macedo de Cavaleiros © Manuel Cardoso

En los ríos Lima, Vizela, Coura, Caima y Cávado hay otras zonas de baño con embalses o pequeñas cascadas, donde la frescura es una constante. Aquí el verde es el color dominante y una escapada a la playa tiene como ventaja la posibilidad de observar aves y diversas especies de fauna y flora en sus hábitats naturales. En muchos de estos lugares también hay senderos señalizados en el terreno que permiten el descubrimiento del territorio y el contacto con las poblaciones y las actividades tradicionales. Sígalos y aproveche su escapada a la playa para sumergirse en las tradiciones y la cultura de esta región.