Peniche y el mar son inseparables. Es uno de los mayores puertos de pesca tradicional de Portugal y un gran centro atlántico de actividades marítimo-turísticas.

Antes de llegar a la playa, al conocer Peniche deberá visitar el centro histórico. Además del Santuario de Nuestra Señora de los Remedios, de las iglesias de San Pedro y de la Misericordia, destacamos el Fuerte de Peniche, construido en el siglo XVI-XVII para defender la costa en combinación con el fuerte de la playa de Consolação y el fuerte de la isla de Berlengas. Desempeñó un importe papel en distintos momentos de la historia de Portugal, pero su contribución más reciente fue como prisión política durante el Estado Novo, en la que permanecieron encarceladas algunas de las figuras públicas más importantes de la resistencia al régimen. En su interior conoceremos todos estos detalles, ya que actualmente es el Museo Municipal de Peniche.

Además de las artes de pesca que, evidentemente, siempre fueron una de las fuentes de ingresos de la población, Peniche también es famosa por el arte del encaje de bolillos, que las mujeres perfeccionaron mientras los hombres se encontraban en el mar.

El mar sigue siendo uno de los principales puntos de interés y desarrollo, y las playas de Peniche gozan de gran consideración. Si las bahías de Consolação y de Baleal proporcionan un buen abrigo para los días de playa en familia, surfistas y bodyboarders de todo el mundo vienen buscando las olas de esta costa oeste, como las de la playa de Medão Grande, llamadas Supertubos por sus grandes olas de forma tubular. En un concurso nacional recibió el título de una de las “7 Maravillas de Portugal”. Junto con la playa de Lagido, es el escenario del gran campeonato mundial de surf Rip Curl Pro Portugal, una prueba que forma parte del WSL - World Surf League Tour.

A una travesía en barco de distancia queda la isla de Berlengas, reserva natural. Sus aguas transparentes resultan ideales para los buceadores que aquí encuentran un paraíso natural de fauna y flora marinas. El mar agitado y el aislamiento de la isla son también el tema de muchas historias misteriosas de pescadores y de barcos hundidos en esta costa. 

Como no podía ser de otra manera, el mar también manda en las especialidades gastronómicas. Por tal motivo, no deje Peniche sin probar la caldereta, el arroz de marisco o las sardinas a la brasa, siempre acompañados por los vinos de la región oeste. De postre, le recomendamos los dulces de almendra, ya sea en forma de amigo de Peniche o de los bizcochos conocidos por esses.