Localidade

En lo alto de un cerro el castillo. En otros tiempos el fuerte en forma de estrella. Entre los dos se extienden las casas blancas de Castro Marim, con pequeños remates coloridos, azoteas y chimeneas decoradas con motivos que imitan los encajes. Uniendo la iglesia, el castillo y el fuerte , las calles de Castro Marim tienen casa que, en su sencillez, reflejan la típica arquitectura del Algarve. Con el blanco, siempre predominante, se mezclan los ocres y los azules llenos de luminosidad. Los remates evidencian el gusto por las formas geométricas o por los motivos florales.

Quien llegue hasta el castillo de Castro Marim, ve a un lado el mar y al otro los montes que se extienden hasta la línea del horizonte. Estas son las sierras que desafían a los que aprecian los grandes espacios, los que se interesan por identificar aves y plantas y les gusta hacer excursiones a pie o en bicicleta o de entrar en contacto con la Naturaleza.