Situada en el norte de Portugal, Guimarães posee un casco antiguo medieval, bien conservado, catalogado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad y merecedor de una visita pausada.

Esta ciudad, que desempeñó un papel fundamental en la creación del país, hecho que recuerda con orgullo en sus murallas la inscripción "Aquí nació Portugal", se distribuye sobre un terreno con inclinaciones que implican diversas subidas y bajadas, no siempre fáciles para personas con dificultades de desplazamiento. En algunas calles, las aceras son estrechas, lo que también obstaculiza los desplazamientos, pero el pavimento presenta un buen estado de conservación y permite una circulación estable y confortable. 

Descargue el mapa y siga el itinerario

Para descubrir sus numerosos encantos, le proponemos un itinerario que tiene como punto de partida la Plataforma das Artes e Criatividade (1), un edificio resultante de la conversión del mercado municipal a través de un proyecto arquitectónico premiado. Este lugar, que alberga salas de espectáculos, espacios para exposiciones y el Centro Internacional das Artes José de Guimarães, es un espacio totalmente accesible a todos, lo que no sucede en el próximo lugar que visitará. En efecto, el Museo Arqueológico Martins Sarmento (2), uno de los más antiguos museos de su clase, no permite el acceso autónomo debido a las barreras existentes.

Photo: Largo do Toural  © Shutterstock_saiko3p

Muy cerca se encuentra Largo do Toural (3), un espacio amplio y totalmente accesible, donde vale la pena observar las fachadas de los edificios circundantes, armoniosas y bien conservadas. En uno de los extremos de esta plaza, una de las principales de la ciudad, se encuentra la iglesia de San Francisco (4), construida originalmente en estilo gótico y que, durante la época barroca, fue profusamente decorada con azulejos y talla dorada. Una rampa facilita el acceso al interior, pero la circulación por el mismo no siempre es posible, ya que los espacios son estrechos.

Photo: Igreja da Consolação e dos Santos Passos © Shutterstock_Sergey Peterman

Siguiendo por la Alameda de San Dámaso, se encontrará un amplio espacio verde enmarcado por la Iglesia de Nuestra Señora de la Consolación y de los Santos Pasos (5) donde, en agosto, tienen lugar las fiestas más importantes de la ciudad, las Gualterianas. El jardín es totalmente accesible, pero la iglesia tiene escaleras en la entrada que impiden el acceso autónomo. En el horizonte, enmarcando este escenario, se divisa Montanha da Penha, una zona a la que se puede acceder en automóvil y que posee diversos espacios de ocio, un bosque secular y un santuario destino de concurridas peregrinaciones.

Photo: Igreja de Nossa Senhora da Oliveira © Shutterstock_saiko3p

El itinerario prosigue hacia el centro de la ciudad, pasando por el Museo Alberto Sampaio (6), que posee una importante colección de esculturas en piedra pero que no es accesible a personas en silla de ruedas debido a la presencia de un escalón en la entrada y a la dificultad de acceso a la primera planta. El museo ocupa gran parte de la colegiata de Nuestra Señora de Oliveira, cuya iglesia (7), fundada en el siglo XIV, posee una escalinata en la entrada que imposibilita el acceso autónomo a personas en sillas de ruedas.  

Photo: Largo do Toural  © Shutterstock_PN_UN_cristovao

Frente a la entrada de la iglesia, el Padrão do Salado (8) conmemora la victoria en la batalla que tuvo lugar en 1340 y posee un entorno accesible en el Largo da Oliveira (9), un espacio amplio, donde las terrazas a veces pueden suponer un obstáculo a la circulación, al igual que las aceras estrechas o no rebajadas. Cabe destacar también el conjunto de edificios que rodean esta plaza, que, al igual que los de Praça de São Tiago (10) y Rua de Santa Maria (11), conservan el trazado medieval. A la época barroca pertenecen el convento de Santa Clara (12), sede del Ayuntamiento, y la iglesia de Nuestra Señora do Carmo (13), cuyo acceso resulta difícil para quien se desplaza en silla de ruedas.

Photo: Paço dos Duques de Bragança  © Shutterstock_PN_UN_StockPhotosArt

Para el final de la visita dejamos los monumentos más emblemáticos de Guimarães. El imponente palacio de los Duques de Braganza (15), bellísimo ejemplo de la arquitectura señorial del siglo XV, es un edificio gótico que presenta características poco comunes en Portugal debido a la influencia normanda. Este es un lugar que podrán disfrutar todos: la entrada está nivelada, los espacios son amplios y hay un ascensor para acceder a la planta superior. También dispone de equipo de audio de apoyo a la visita, un itinerario en braille y piezas que se pueden tocar que propician una experiencia táctil.

Photo: Paço dos Duques de Bragança  © Shutterstock_PN_UN_StockPhotosArt

La visita al Castillo (17) es bastante más complicada para personas con dificultades de desplazamiento, ya que existen diversos escalones, tanto en la entrada como en los accesos a los espacios interiores, y el pavimento es irregular. Afonso Henriques (Alfonso Enríquez), el primer rey de Portugal, el cual, según cuenta la leyenda, fue bautizado en la iglesia de San Miguel (16), un pequeño templo que no es accesible de forma autónoma. Este monarca se evoca con una estatua (14), otro símbolo indispensable de la ciudad de Guimarães y la imagen que pone el punto final a este paseo.