Un geoparque es un parque con un patrimonio geológico de excepcional importancia, reconocido como tal por la Red Europea y Red Global de Geoparques de la UNESCO. Tiene como propósito la conservación geológica, la educación para el desarrollo sostenible y el turismo.

En el Geoparque Arouca, reconocido en 2009 por la UNESCO, destacan especialmente las pedras parideiras de Castanheira, los trilobites gigantes de Canelas y los icnofósiles de Vale do Paiva. Pero el patrimonio inventariado suma un total de 41 geositios, es decir, sitios de interés geológico que destacan por su singularidad y valor, desde un punto de vista científico, didáctico y turístico. Este verdadero museo geológico a cielo abierto, con una superficie de 328 km2, se encuentra rodeado por las sierras de Freita, Montemuro y Arada, y lo atraviesan varios ríos que ofrecen excelentes condiciones para diversas actividades como el barranquismo, el piragüismo, el kayaking y la escalada (25 rutas en 3 zonas de la sierra de Freita). En los rápidos del río Paiva encontramos algunos de los mejores lugares de Portugal para la práctica del rafting y del kayak-rafting.

Para disfrutar por completo de estos paisajes, el Geoparque ha definido una red de 14 recorridos pedestres, compuesta por 13 pequeñas rutas (PR) y una gran ruta (GR), los cuales se encuentran debidamente señalizados. Catorce de los geositios se encuentran a lo largo de diez de estos recorridos.

En el Centro de Interpretación Geológica de Canelas, que se encuentra en la PR9 (Ruta del esquisto), existe una colección de fósiles de trilobites gigantes. Estos animales marinos, con cerca de de 465 millones de años, disfrutan de proyección internacional por ser los mayores ejemplares de trilobites del mundo.

En la PR15 (Viaje a la Prehistoria), junto a la aldea de Castanheira en la sierra de Freita, se encuentra otro geositio, único en el país y muy poco común en el resto del mundo. Se trata de rocas graníticas con discos incrustados que, debido a la erosión, se sueltan de la piedra madre, por lo que se conocen como Pedras Parideiras (piedras parideras). En esta sierra, además de la gran variedad de flora y fauna, también nos encontramos el geositio de Frecha da Mizarela, con una cascada en la que el río Caima se precipita desde una altura cercana a los 75 metros. No muy lejos se encuentra el geositio de Pedras Boroas do Junqueiro, dos bloques graníticos que recuerdan a boronas de maíz.

Con la mitad del territorio catalogado por la Red Natura 2000, todo el Geoparque es un lugar perfecto para el turismo de naturaleza, con playas fluviales y aldeas tradicionales que merece la pena explorar. Es el caso de las aldeas de Castanheira o Cabaços en la PR15 (Sierra de Freita), y de Janarde o Meitriz, en la PR5, con playas fluviales en el río Paiva, como, por ejemplo, Paradinha. Pero también tenemos la posibilidad de descubrir lugares histórico-artísticos que merecen la pena una visita. En Arouca, merece la pena visitar el Monasterio y el Museo de Arte Sacro que allí se encuentra, o la Capilla de la Misericordia. Y a 8 km de Arouca tenemos el geositio con la panorámica de la Señora de Mó, que debe su nombre a la amplia vista que ofrece de los valles y montes del entorno, y donde se encuentra la pequeña capilla de la Señora de Mó.

Cabe mencionar que este territorio también se encuentra sembrado por antiguas minas de wolframio, que dan lugar a otros tantos geositios: desde la PR8 (Ruta del oro negro) o desde un punto panorámico, pueden verse las bocas de minas de explotación clandestina de la zona de Pena Amarela; en la PR6 quedan las antiguas minas de Rio de Frades, en las que, actualmente, todavía se pueden recorrer cerca de 400 m en la galería de Vale da Cerdeira; y junto a la aldea de Regoufe se encuentra el Complejo Minero de Poça da Cadela.