Lo mejor del Algarve
El clima. Con más de 3.000 horas de sol al año y un bajo nivel de precipitaciones, el Algarve disfruta de un clima suave a lo largo de todo el año, lo que, sin duda, constituye un gran atractivo para los visitantes, tanto en verano, para pasar unos días en la playa, como en invierno, para descansar o realizar las más diversas actividades..
El mar de todas las tonalidades de azul, casi siempre tranquilo y cálido, y las playas de arena blanca y fina son lo más representativo de esta región. Arenales que se pierden en el horizonte, rodeados de acantilados dorados, y pequeñas bahías entre rocas... Hay muchos deslumbrantes escenarios en los que disfrutar de unas vacaciones inolvidables. Son casi 200 kilómetros de costa con excepcionales condiciones para practicar todo tipo de deportes náuticos, como la vela, el surf y el windsurf, y para pasear en barco con la seguridad de encontrar las mejores infraestructuras en los modernos puertos deportivos existentes de un extremo a otro del Algarve.
El golf, que le ha granjeado muchos premios y galardones internacionales. De hecho, el Algarve ha sido considerado en más de una ocasión como el mejor destino turístico del mundo para la práctica de este deporte. Esta región cuenta con casi cuarenta campos con excelentes condiciones tanto para los jugadores con más experiencia como para aquellos que se están iniciando en esta modalidad.
La naturaleza, que muestra lo mejor de sí misma en las tres áreas protegidas: la Costa Vicentina, el tramo de costa mejor conservado de Europa; Ria Formosa, un laberinto de canales separados del mar por una lengua de arena; y el pantano de Castro Marim y Vila Real de Santo António, riquísimo en fauna y flora. También podrá explorar montañas en bicicleta o a pie, siguiendo los caminos de la Vía Algarviana, que une el extremo este de la región a su extremo oeste y termina junto a la Ruta Vicentina, otro conjunto de recorridos que deben seguir quienes gustan de caminar. Pero si lo que busca es adrenalina, también podrá realizar actividades como el parasailing, el buceo, el vuelo en ala delta y el rápel.
El patrimonio cuenta con muchos tesoros que descubrir. Por ejemplo, en Silves, otrora capital del reino árabe; en Sagres y en Lagos, muy importantes durante la época de los descubrimientos del siglo XV; en Tavira, un escaparate de la arquitectura tradicional; o en el centro histórico de Faro, en donde destaca la hermosísima catedral.
La animación, que alcanza su punto álgido en verano en los numerosos bares y discotecas, sobre todo en las zonas más cosmopolitas, como Albufeira, Portimão y Vilamoura. A lo largo de todo el año, son muchos los eventos que aportan color y alegría a la región, como el Carnaval, los festivales de música y gastronomía, las recreaciones históricas o las ferias y fiestas tradicionales que se celebran aquí y allá...
La gastronomía, en la que destacan los pescados y mariscos frescos, a la parrilla o en cataplanas. Aunque también hay platos de carne —más habituales en el interior—, y dulces de almendra e higo, como los morgados o los Dom Rodrigos, que se pueden acompañar con licor de almendras amargas o aguardiente de madroño.
Los resorts y spas, en donde se puede disfrutar de un relax absoluto y de tratamientos de salud y bienestar que también están disponibles en los centros de talasoterapia y en las termas de Monchique. El descanso está al alcance de todo el mundo gracias a la amplia gama de urbanizaciones y hoteles —de los más sencillos a los más sofisticados— en los que destaca la hospitalidad.