Saboree el lado dulce de la vida
Venga a Portugal a disfrutar del lado dulce de la vida en todos sus sentidos. Solo tiene que dejarse llevar y saborear todo lo que tenemos para usted: los paisajes; los aromas y los sabores de la gastronomía portuguesa; los sonidos de la naturaleza, del fado y de la guitarra, o de los ritmos internacionales; y los tratamientos de bienestar en los spas y estancias termales.
Cruzar el país de norte a sur —con un salto a los archipiélagos de Azores y Madeira— y contemplar sus paisajes es un puro deleite. Las ocasiones son innumerables: a lo largo de un recorrido por carretera, o desde un mirador o una terraza con vistas a Oporto, al castillo de San Jorge de Lisboa o a las bellísimas playas del Algarve. Como compañía, pida una copa de buen vino portugués del Douro, del Alentejo o de Dão, por citar apenas tres de las regiones demarcadas, y disfrútelo lentamente.
Y ya que hablamos de paladares, pruebe la cocina portuguesa. De la más sencilla, como el pescado fresquísimo a la parrilla con solo un poco de sal, hasta los platos tradicionales, como el bacalao y el cocido a la portuguesa, la variedad es enorme. Si prefiere una mesa más sofisticada, elija un restaurante galardonado con una estrella Michelin, en donde la cocina de autor es obra de chefs de renombre.
Para llevarse los mejores recuerdos consigo, recorra las tiendas y los mercados. Encontrará marcas internacionales de ropa y accesorios, tiendas de diseño moderno —sobre todo en Lisboa y Oporto—, y productos tradicionales y gourmet a la venta por todo el país. La mayor dificultad será decidirse.
Durante estos paseos también podrá contemplar los monumentos. Empiece por los considerados Patrimonio de la Humanidad. Le sugerimos tres: el Convento de Cristo, en Tomar, y los monasterios de Batalha y de Alcobaça. Todos se encuentran en la región Centro de Portugal, y no podríamos decirle cuál de ellos es más bonito. Tendrá que descubrirlo usted mismo. Conozca también los grandes edificios de la arquitectura moderna. Algunos de ellos presentan una programación cultural que vale la pena descubrir, como la Casa de la Música, en Oporto, el Centro Cultural de Belém, en Lisboa, o la Casa das Mudas, en Madeira.
Para recuperar su equilibrio y bienestar, no hay nada como un spa. Estos establecimientos cuentan con planes personalizados y tratamientos especializados de las principales marcas internacionales. ¿Desea relajarse y combatir el estrés? ¿Un tratamiento antiedad? ¿Detox? ¿Tratamientos de belleza? El Algarve y Madeira destacan por su amplia oferta, pero las demás regiones también le ofrecen espacios de calidad en los establecimientos hoteleros y en las termas. Para descansar, las posibilidades son aún más numerosas: hoteles de cinco estrellas con todas las comodidades que pueda imaginar, Pousadas que le ofrecen lo mejor de cada región, y establecimientos de turismo rural en los que la autenticidad y la hospitalidad no tienen parangón. Venga a Portugal y trátese bien.