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A menos de 1 h de Lisboa, Quinta de Chocapalha es un proyecto familiar, en el que todos los elementos de la familia tienen un papel en la creación del espíritu del proyecto. Todo comenzó en 1987 cuando Alice y Paulo buscaban una propiedad que fuera el proyecto de su familia y donde pudieran hacer vino de gran calidad.

Situada en Aldeia Galega, en Alenquer, región demarcada de Lisboa, la Quinta de Chocapalha se conoce desde el siglo XVI por sus excelentes viñedos y vinos. Perteneció, desde principios de siglo. XIX, a Constantino O'Neil, quien luego lo donó a Diogo Duff, ilustre noble escocés de El-Rey D. João VI quien lo condecoró con el premio “Torre e Espada”.

Permaneció en posesión de la familia Duff hasta los años ochenta del siglo pasado, cuando fue adquirida por Alice y Paulo Tavares da Silva. En ese momento, casi todo estaba por hacer, pero la familia rápidamente se hizo cargo del trabajo necesario para hacer de Quinta da Chocapalha lo que es hoy.

La pareja invirtió en la reestructuración y replantación total de las 45 hectáreas de viñedo y en la bodega e introdujo nuevas técnicas de cultivo con el fin de dar continuidad a las antiguas tradiciones de este viñedo, buscando siempre una mejora en las calidades y prestigio de sus vinos.

Recién en la vendimia del 2000, cuando los viñedos alcanzaron la madurez y calidad deseada, se decidió proceder al embotellado de los mejores vinos que allí se producían. En ese momento, Sandra Tavares da Silva, una de las hijas de los propietarios, desafió a los Padres a comenzar a producir vino con las mejores uvas producidas aquí.

Para nosotros el vino es cultura e identidad. En Quinta da Chocapalha la agricultura es vista como una actividad de gran nobleza y que valora a todos los que abrazan este proyecto. El vino brinda momentos de placer y alegría, inspira la forma de recibir. El enoturismo es una forma de mostrar quiénes somos, qué nos regala la naturaleza y toda la belleza del espacio circundante.